El regadío, los lagos y los mitos de origen-La realidad hidrológica
La realidad hidrológica del abastecimiento del agua es muy diferente de los conceptos mitológicos que se tienen de ella. En el caso de Coricocha, no hay ningún desfogue de la laguna en la superficie. La laguna se encuentra en una cuenca cerrada. Igualmente es muy improbable que muchos de los manantiales sean aguas que se hayan filtrado de la laguna, con la excepción de los que forman el río que baja hacia Paullu.
En el caso de Tambo Machay, sin embargo, la altitud de los manantiales se encuentra a una distancia de siete kilómetros de ella, por lo cual se descarta la posibilidad de filtración. Además, faltan pruebas de que los Incas hayan perforado los cerros altos que están entre Tambo Machay y el lago. Menos probable aún es que Coricocha alimente el manantial de Pumamarca, que está más lejos todavía (Ver Mapa 4).
Es difícil disociar el mito de la realidad en el tema de los pasajes subterráneos. Hemos visto su gran importancia cosmológica y su utilidad como símbolo político. Guamán Poma dice que existía un pasaje subterráneo desde la Chincana, cerca de Sacsayhuaman, hasta la iglesia del convento de Santo Domingo, el antiguo templo del Coricancha.70 Zuidema demuestra que la Chincana es un mojón importante porque indica agua corriente.71 El canal de Chacan pasa por la Chincana.
Este canal era uno de los más importantes para la irrigación de los campos cerca del Cuzco mismo en la época incaica.72 Las creencias religiosas relacionadas con las “chincanas” persisten hoy día. En Chinchero, un pueblo ayarmaca conquistado por los Incas, hay una piedra llamada Titicaca, tallada con pasillos interiores, al lado Norte de la Gran Plaza de la ciudad incaica.73 Se cree que debajo de ella hay una laguna a la que uno puede llegar por medio de un desfiladero subterráneo, llamado una “chincana”.
74 Al Este del Cuzco hay otra piedra tallada, llamada Titicaca, que está cerca del otro canal importante para el Cuzco. También se encuentra en el ceque o línea que utilizaron los Incas para medir el amanecer del solsticio de junio. El usñu de la plaza de Haucaypata del Cuzco tenía una función similar. Marcaba el lugar donde había una abertura en la tierra, que llevaba a unos túneles subterráneos para la conducción de ofrendas de chicha hasta el Coricancha y hasta otros dos templos.
76 No hay que rechazar por completo la posibilidad de que tales comunicaciones existiesen. Garcilaso Inca de la Vega cuenta que el Coricancha tenía originalmente cinco fuentes de aguas que fluían por debajo de la tierra hasta el templo. Sólo una sobrevivió a la Conquista española. Las otras se perdieron. En el siglo XIX, el viajero Ephraim George Squier observó que la fuente se había secado por completo, pues el terremoto de 1650 había roto muchos arcaduces (o cañerías) subterráneos y así se perdieron muchas fuentes de agua.
77 Aunque el sistema hidráulico subterráneo del Cuzco incaico no ha sido estudiado ni descrito, tenemos la descripción del sistema incaico en Chinchero,78 y podemos presumir que el sistema cuzqueño era más complejo y extenso. En el valle bajo del Cuzco los arqueólogos encontraron en 1978 tubos de drenaje, parte del sistema incaico para drenar estas tierras húmedas y ricas para el cultivo. El sistema parece componerse de una serie de tubos colocados en líneas paralelas.
79 El término quechua para estos tubos era pincha. Los tubos de alfarería se llamaban sañu pincha y sañu pakcha.80 En el siglo XIX, el padre José María Blanco menciona una pincha, que era un acueducto muy largo que corría por esta zona.81 Estas obras tienen un interés especial porque se encuentran en las tierras asociadas con la fundación del Cuzco por Manco Cápac y Mama Huaco.