Organización hidráulica y poder en el Cuzco de los Incas1 – División dual del Cuzco
La división dual del valle del Cuzco fijó el límite entre Hanan Cuzco (la parcialidad de arriba) y Urin Cuzco (la parcialidad de abajo) de acuerdo a la hidrología natural del río Huatanay, que domina el valle, y con la hidrología artificial del regadío. Se hablaba de esta división en términos de que Hanan Cuzco era la zona de los cerros y Urin Cuzco la zona del valle (Ver Mapa 12).
Este tipo de división de un territorio entre cerro y valle era muy común en los Andes, sobre todo en el Sur Andino. En el Altiplano las naciones se dividían en dos: Urqosuyu y Umasuyu. En aimara, urqo significa ‘cerro’ y uma significa ‘agua’. El punto de referencia para hacer esta distinción era el lago Titicaca. La mitad de Umasuyu se consideraba más cerca al lago.
10 También había divisiones menores de “Hanansaya” y “Hurinsaya” dentro de cada suyu, que eran parecidas a las de Hanan Cuzco y Urin Cuzco. Otra manera de designar las dos mitades de una división dual era en términos de derecha e izquierda. El pueblo de San Andrés de Machaca, en Bolivia, emplea las dos terminologías de arriba/abajo y derecha/izquierda aplicadas a las dos parcialidades.
11 Según el modelo descrito por la gente misma de Machaca, el pueblo o marka se ubica al medio de una zona circular que corresponde a las tierras de los ayllus del pueblo. Esta área se divide en una parcialidad (moietié) de arriba y otra de abajo, que corresponden a las tierras aguas arriba y aguas abajo de la comunidad, con referencia al río Desaguadero, que forma uno de sus linderos. La parcialidad de arriba también comprende los cerros (Ver Mapa 7).
En el Cuzco incaico la división entre las dos parcialidades igualmente correspondía a una zona de aguas arriba y otra de aguas abajo con referencia al río de ese valle, el Huatanay. Desde el punto de vista de la ciudad, el centro formal del valle, la zona al Norte (Hanan Cuzco) comprendía los cerros de donde nacían los afluentes más importantes del río Huatanay: los ríos Saphi y el Tullumayu. Estos dos ríos corrían por el medio del Cuzco incaico.
Además, las acequias que conducían el agua a la ciudad se originaban en esta mitad. El criterio que determinó la parcialidad de Hanan Cuzco entonces, se hizo a base de la fisiografía del sistema fluvial observado desde el punto de vista del centro del Cuzco. La zona Sur (Urin Cuzco) comprendía la llanura aluvial del Huatanay y los cerros aledaños.
En general, las aguas de esta parcialidad fluían en sentido opuesto a la ciudad, hacia el Huatanay. Luego el río las llevaba por la Angostura, en el extremo oriental del valle, al siguiente valle de Quispicanchis y luego, finalmente, al río Vilcanota (Ver Mapa 12). La importancia de la dirección del flujo de las aguas para definir las dos parcialidades se expresó en las tradiciones incaicas oficiales. Se le atribuía a un Inca de cada parcialidad la construcción de las obras hidráulicas de su parcialidad.
Estos dos Incas se consideraban los primeros de sus parcialidades respectivas y por eso eran los fundadores de ellas. Sinchi Roca, el primer Inca de Urin Cuzco (después de Manco Cápac, el fundador de todos los incas), construyó las obras de drenaje en esta parcialidad. Era él quien drenó las aguas del lago o pantano que ocupaba la zona central del Cuzco, permitiendo la construcción de la plaza Aucaypata, hoy día la Plaza de Armas.
También Sinchi Roca canalizó las aguas del río Huatanay, una obra que permitió la utilización de tierras para el cultivo y un mayor control de las inundaciones. Inca Roca, el primer Inca de Hanan Cuzco, construyó las obras de irrigación para el Cuzco, llevando aguas de las tierras de arriba hacia las chacras (campos) cultivados más abajo.
Los mitos le atribuyen el descubrimiento de las aguas de Chacan y su canalización subsecuente hacia la ciudad. Los dos mitos expresan los conceptos fundamentales de la geografía política de la división dual del Cuzco incaico: la parcialidad superior se refería a los cerros donde nacían los afluentes del río principal y de donde nacían las acequias que conducían el agua hacia la ciudad y, en contraste, la parcialidad inferior se refiere al valle por donde las aguas salían del Cuzco y a las obras hidráulicas que drenaban el valle.
Estas son las obras que simbolizan cada parcialidad en los mitos, pero no son las únicas obras hidráulicas. La división dual también indicaba una jerarquía sociopolítica. Hanan Cuzco gozaba de mayor prestigio que Urin Cuzco. Formalmente cada parcialidad tenía una dinastía propia compuesta de cinco Incas cada una.
El orden jerárquico se expresaba en términos de la distancia genealógica del Inca reinante: el Inca más antiguo ocupaba el rango menor (Manco Cápac) y el Inca más reciente el mayor (Túpac Inca Yupanqui). Los cinco Incas de la dinastía de cada parcialidad se consideraban cada uno el fundador de cada una de las cinco “panacas”. Por consiguiente, el rango relativo de cada “panaca” dependía de la posición jerárquica de su fundador.
El resultado era que los Incas fundadores de las “panacas” de Urin Cuzco gozaban de una posición sociopolítica inferior a los Incas fundadores de las “panacas” de Hanan Cuzco, que determinaba también el estatus de los miembros de las parcialidades. Igualmente, dentro de cada mitad las cinco “panacas” se ordenaban en una jerarquía.
El lindero entre las dos parcialidades dividía el valle entre Norte y Sur aproximadamente, pero la ubicación real y efectiva de este lindero la determinó el sistema de irrigación. En el Norte se encontraban las tierras regadas por las acequias que venían desde los cerros hacia el valle. Al Sur estaban las tierras regadas por las acequias que salían del río Huatanay, y de otras fuentes ubicadas al Sur de la ciudad.
El lindero entre estas dos zonas dividía las tierras que pertenecían a los incas de Hanan Cuzco de las de los incas de Urin Cuzco. Un pleito del año 1560 sobre los derechos a ciertas tierras del valle indicó que la ubicación del origen del agua que regaba un terreno determinaba su clasificación en Hanan Cuzco o en Urin Cuzco.
12 En este caso los ‘tomeros’ de la época incaica,13 que seguían distribuyendo los turnos del agua para el valle, dieron testimonios al efecto de que, en este caso, sólo el señor de Urin Cuzco tenía el derecho a reclamar el agua para regar las tierras disputadas, a pesar de que él podía prestar el usufructo de esas tierras a un miembro de Hanan Cuzco.
Se desprende de este caso el siguiente principio legal: que el derecho a las aguas de regadío era un derecho más fundamental e inalienable que los derechos a las tierras. En otras palabras, se podía prestar y compartir el uso de las tierras pero no el derecho a las aguas. Por el lado Este del Cuzco, como revela este caso, el lindero entre las dos parcialidades se ubicaba entre las tierras regadas por acequias que bajaban de los cerros al Norte (Hanan Cuzco) y las tierras regadas por acequias que provenían de la zona baja del valle (Urin Cuzco).
Por el lado Oeste del Cuzco el límite entre las dos parcialidades también se habría determinado por distritos de riego. Los oficiales que se responsabilizaban por el amojonamiento de los límites también eran duales. Había uno para Hanan Cuzco y otro para Urin Cuzco, que medían y señalaban los límites, Cona Raqui Inga (amojonador para Hanan Cuzco) y Una Caucho Inga (amojonador para Urin Cuzco).
14 Esta división dual era la división fundamental de la geografía política del Cuzco, que se basó en la hidrografía del riego, dando una base material y económica a la organización social que dividía a los incas en dos grupos, uno con mayor prestigio que el otro. Igualmente las subdivisiones de cada mitad tenían una dimensión geográfica basada en el regadío, que correspondía a una dimensión social jerarquizada.
Estas subdivisiones eran las “panacas”, cuyo prestigio o rango se expresaba en términos de la jerarquía de los Incas fundadores, por correspondencia directa. Esta jerarquía correspondía directamente a la importancia relativa de sus acequias para el Cuzco. Formalmente aplicaron los principios de la organización radial a estas subdivisiones, al distribuir los derechos de las acequias a las “panacas”.